KEP, es una Escuela y una forma de vivir
Si tenemos vida, tenemos capacidad de curarnos, de cambiar y de evolucionar.
La propia energía de la vida nos permite cambiar y crecer. En otras culturas, a esta energía se le denomina con el nombre de prana, chi o espíritu. Es la energía interna, la que inicia y finaliza una vida y hace posible la verdadera curación.
El restablecimiento de la salud solo puede pasar por un cambio desde la esencia más profunda del Ser, incluyendo la Conciencia y la Actitud hacia uno mismo mismo y ante la vida. Esta energía vital fluye por los meridianos de acupuntura y le da la vida a los órganos y a los tejidos. Un desequilibrio en el flujo de la energía vital acaba dando lugar a la enfermedad.

El desequilibrio se puede originar debido al estrés, ya sea físico, psíquico, químico, electromagnético, interno o externo. Es importante reducir, y a ser posible eliminar, el estrés que bloquea el flujo de la energía vital, alterando al Ser a todos los niveles. Para ello se necesita aprender a conocer e identificar los tipos de pautas de comportamiento que disminuyen o eliminan la energía curativa, ya sea en la alimentación, la actitud emocional u otras áreas.
En KEP partimos de una premisa fundamental. El cuerpo-mente tiene capacidades innatas para la curación. Y constantemente está haciendo todo lo que puede para mantenerse en equilibrio. (Principio de Homeostasis). Cuando por la causa que sea, no lo consigue, es cuando nos pide ayuda por medio de “síntomas”, para que le prestemos atención (igual que el piloto del aceite en el coche).
Y va a utilizar, en su tendencia natural, que es sobrevivir, el más mínimo estimulo que le demos, en su máximo beneficio, ya sea este estímulo interno o externo, emocional, mental, estructural, energético o químico.